Llora y se le deforma la cara. Agranda los ojos y tuerce la
boca. Regala su alma, se viste de monstruo.
Está en todos los cuadros, mirando hacia las esquinas entre
manchas en negro. Inunda los dibujos y las películas. Está en las canciones.
Habita los libros escrita por ellos, pintada por ellos,
mirada por ellos. Escudriñada por ellos. Agujereada y escarbada por ellos. Sus
entrañas en todas las obras. Sus lágrimas en todas las formas.
Suplica perdones que no se merece. Y escupe la lástima y se
guarda las balas.
Y ya solo quiere dejar de llorar.
Y que ellas la cuenten y la canten,
y que ellas la escriban,
y que ellas la pinten.