desobedeciendo las leyes del cuerpo la niña creció hacia los lados,
el cielo quedaba muy lejos
y ella se desplazaba
entre las tres curvas
de su desequilibrio genético
plantó al vuelo unas semillas azules
en su espina dorsal
crecieron paisajes, estrellas, cometas...
montones de cuerpos y piezas resbalaban por sus inclinadas vértebras de hueso imperfecto
se enamoró entonces de un torso armoniosamente perfecto
pero de los meandros de su columna seguían colgando montones de objetos
¿qué hacer entonces para evitar el derrumbe completo?
(el amor, el amor, y los cuerpos)
Entre ser poeta o simplement viure, hi ha una bella possibilitat, que és viure poèticament | Joan Vinyoli
2020
viene la consciencia abriéndose paso a hachazos
aparta la maleza cortando de raíz todo lo efímero, lo aparente, lo vano
poderosa y cansada, avanza sin tregua a través de estructuras que caen al más leve soplo
¿y al final?
al final solo quedará lo que esté bien construido,
es decir, casi nada
* An observer es una pintura de Stephanie Khodorkovsky (2018).
aparta la maleza cortando de raíz todo lo efímero, lo aparente, lo vano
poderosa y cansada, avanza sin tregua a través de estructuras que caen al más leve soplo
¿y al final?
al final solo quedará lo que esté bien construido,
es decir, casi nada
* An observer es una pintura de Stephanie Khodorkovsky (2018).
matrioshka
la vida pequeña y lenta se pega a los miembros y la deja a una inmóvil en un bucle de jornadas esféricas, y yo no me acostumbro a esta tristeza pegajosa de agujas girando en dirección a ninguna parte
le diré a la luz blanca que ilumine ya las calles, que esta atmósfera verde y apagada lo está volviendo todo tan denso, que cuando podamos salir, ya no querremos hacerlo
la vida se quedó afuera y me dicen que dentro está todo, pero la cárcel de mi cuerpo ya la habito en cada minuto de todas las horas
imposible escapar de la caja de venas y huesos
imposible también ahora salir de los muros de este palomar desde el que apenas puedo tocar el cielo
soy la más pequeña de todas las muñecas rusas que me envuelven, insolentes, como máscaras del tiempo que ya fue
* Ilustración de Federico Marigonda.
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