SIGAMOS DESPIERTOS

El jueves, sentada delante de mi ordenador, me disponía a trabajar como cada mañana. No pude porque había una mariposilla que no dejaba de revolotearme por dentro. Emocionada por el movimiento ciudadano en todas las plazas del país y otras tantas allá fuera, escribí un texto deseando una feliz era nueva a todos.

Hoy la mariposilla tampoco me deja trabajar, pero porque se ha convertido en gusano y la tengo pegada en la boca del estómago.

Contando las horas para poder ir a Sol o bajar a la Fuente Dorada de Valladolid, creí que por fin habíamos abierto los ojos y nos estábamos reuniendo para intentar cambiar las cosas, para conseguir un mundo mejor, más humano y menos económico, para poder vivir tranquilos. Lo estábamos haciendo, lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo, porque somos muchos, pero los resultados de ayer me demostraron que aun hay gente que no quiere justicia o que simplemente se comporta como autómata de un sistema enfermo.

Como dice mi papá, tenemos a todo el grueso del pueblo en contra por envidia, por maldad, por ignorancia, por estupidez, porque no quieren que se mueva una piedra. Es cierto. Pero mi papá es muy negativo. Yo creo que hemos conseguido lo más importante. Movilizarnos, organizarnos, soñar en colectivo. Y podemos cambiar las cosas, estoy segura.

Alguien ha escrito hoy: “Escojo la esperanza porque la virtud del revolucionario es la paciencia. No lo olvides y no vuelvas a dormirte, porque estás más guap@ despiert@”.

Pues eso. Todos bien despiertos.

Besos revolucionarios

FELIZ ERA NUEVA (2)

Hacía días que no encontraba motivos para escribir. Y ya los tengo. Y son poderosos.

Por primera vez en mi vida estoy viendo un cambio que se está contagiando como la peor de las epidemias. Bendita epidemia. Ahora sí. Hasta ahora no hacía más que oír a gente quejarse de todo: de los sueldos, de los bancos, de la falta de trabajo, del sistema. Del sistema. Este sistema que nos ha convertido en cazadores de dinero, en buscadores de comodidad y en devoradores de los otros.

Ha hecho falta mucho tiempo y mucho cansancio para decidirnos a abrir los ojos y empezar a movernos. Pero parece que por fin ese cambio de era que algunos vaticinaban, esa nueva conciencia que estaba por llegar, ha empezado a introducirse poco a poco en las cabecitas de muchos.

Es posible que los cambios a efectos prácticos, físicos, visibles, no sean definitivos. Es muy difícil acabar con algo que lleva tanto tiempo construyéndose. Es el principio del fin o el final del principio. De algo muy largo. Pero lo que está cambiando es algo que no se ve y que es mucho más grande.

Es una guerra silenciosa, pacífica, invisible, que se gesta dentro de todos, de cada uno.

Feliz nueva era, ahora sí.

Los que no hayáis salido aun a la calle, hacedlo, es el momento.

Y sobre todo, votad con amor, con amor a todos.

Feliz era nueva (1)

Democracia Real Ya

Spanish Revolution

DE GIGANTES Y SOMBRAS


Me acabo de terminar un libro de esos en los que las palabras se mastican y se tragan. Ha sido una experiencia deliciosa. “Prosa poética”, dice mi vecina… Será. Habla de la muerte de una madre, de gigantes y de sombras. De recetas y de amor. De vacío.

Y yo, subrayadora nata de cualquier tesoro que encuentro entre las páginas, he dejado el libro repleto de mis líneas torcidas a lápiz.


Papá se las apaña bien al volante. No obstante, conducir con una tormenta de soledad y vacío es complicado. Todo arde, todo explota, los árboles clavados al revés en el cielo, el cielo clavado en el parabrisas.”

“Estoy colgado de mi esqueleto.”

“Hay anestesia en las tostadas. La hemos puesto por todas partes, para que nadie explote.”

“Me pesa todo el cuerpo, creo que es porque un corazón roto se diluye por todas partes a través de las venas, se extiende y se infla. Y te vuelca como si acabaras de darte un buen porrazo al caerte de la bicicleta, desnudo.”

“La casa está en apnea –lo está todas las noches-, solo tosen las sombras alguna que otra vez, cuando papá baja las escaleras en mitad de la noche.”

“Entramos en el país de los muertos. El cielo es blanco como el interior de una nube, y las estrellas negras como agujeros de tinta. Noche en mitad del desierto, en negativo.”


Mathias Malzieu. la alargada Sombra del Amor


Probadlo.