resucitar de la noche intranquila y dejar el espíritu a salvo
metido en la cama, cubierto de madrugada y silencio,
sepultado entre claras presencias muy quietas
levantarse el cuerpo no más, las pesadas piernas, los brazos colgando hasta el suelo, la fría herradura del cuello oprimiendo
y ponerse la ropa, colocar bien la máscara, escoger todos los gestos,
agendar movimientos, palabras, ensueños
el espíritu a salvo, metido en la cama,
cubierto de madrugada y silencio,
espera que llegue la noche de nuevo
y recupere mi cuerpo la luz
del noctámbulo etéreo universo
*Fotograma de "El espejo", de Tarkovsky.