su mundo para sí mismo,
es su problema, pues, iniciarse en él
vivificándolo, es decir, creándolo, con el
brazo, la mano, el pie y el aliento de su
personal e inexpugnable voluntad.
Quien no quiera iniciarse a sí mismo
no encontrará a nadie que pueda iniciarle.
porque todo el mundo se ha entregado,
en relación con el punto de la luz universal,
a las concepciones de este fenomenal
golfo llamado dios, en vez de hacer como
en el mundo real, donde cada uno se da
luz a sí mismo por su propia mano, como
Van Gogh para pintar la noche con su
sombrero de 12 bujías. Y es que todos han
preferido haraganear y hacerse iluminar
cómodamente por el beneficio de la violación
de este consorcio de aprovechados.
El cuerpo humano tiene bastantes soles,
planetas, ríos, volcanes, mares, mareas,
sin necesidad de ir a buscar los de la
supuesta naturaleza exterior y ajena."
Antonin Artaud
Cartas a André Breton.