CINCO AÑOS MÁS...

Una tarde de verano de hace 11 años me senté a escribir porque estaba aburrida y, al no saber sobre qué hacerlo, hablé de lo que más conocía: mis amigas. De ahí surgió un relato largo sobre hechos reales, nuestras memorias, y me propuse hacer lo mismo cada 5 años. En el 2002 volví a hacerlo, dedicando un capítulo a cada una de ellas y otros a las vivencias compartidas. El año pasado, en el 2007, me volví a sentar y a organizarme, pero no pasé de la introducción. He descubierto que nuestras vidas son cada vez más complicadas y que yo tengo menos tiempo para recopilar, entrevistar y organizar toda la información. Pero lo tengo pendiente. Por ahora os muestro esa intro, que espero completar pronto como un regalo para todas ellas.

CINCO AÑOS MÁS

Cinco años más. Desde finales del 2002 hasta finales del 2007. Me propongo, por tercera vez, relatar la vida de algunas de mis amigas en este tiempo. Al menos la vida que yo he vivido con ellas. Para que no se les olvide, para no olvidarme yo, y para ver cómo se ríen o como lloran cuando lean todo lo que nos ha pasado. Esta entrega llega cargadita. Creo que nunca nos habían pasado tantas cosas. Y es que nos hacemos mayores y lo que nos pasa es más importante, más significativo y también más doloroso. Hemos crecido de golpe. La última vez que escribí acabábamos de sobrepasar los 20 y ahora ya estamos llegando a los 30. De repente nos hemos dado cuenta de que la vida no es un juego. Que hay que trabajar para poder comer, que hay que sufrir para poder crecer y que hay que tener las cosas claras para no perderse en este mundo cada vez más desordenado.

En fin, lo que voy a hacer es dedicar un capítulo a cada una de mis maravillas (mis amigas), entre las cuales me incluyo, por supuesto, y otros más generales para explicaros que, en estos cinco años, nos hemos reído un montón. También nos hemos discutido (¿que sería la vida sin eso?), hemos comido muchas tortillas de patatas, hemos hablado de espíritus y fenómenos paranormales, nos hemos deprimido, nos han hecho llorar, hemos practicado sexo o hecho el amor (como se prefiera) bastante -unas más que otras-, hemos viajado a lugares que se han quedado trozos de nosotras para siempre, alguna ha encontrado la luz en un dios que aquí no conocemos mucho, nos hemos embarazado, hemos abortado, hemos sido fieles e infieles y, sobre todo, lo hemos compartido todo, o casi todo, con las otras.

Como habréis visto, en esta tercera entrega solo hay mujeres. Nunca han abundado los hombres, pero la primera vez incluí a un amigo del grupo que luego desapareció, Fernando. Y la segunda metí a mi amor, porque me dio la gana y porque quería escribir de él. Pero ahora soy una profesional y he decidido incluir solo aquello que realmente tenga que ver con el espíritu de estos escritos, que hablan de amistad y no de amor de pareja. Que hablan de vosotras, de nosotras, de mujeres jóvenes y sobradamente preparadas que se enfrentan juntas a una vida que, entre alegría y alegría da algún palo o que entre palo y palo da alguna alegría, depende de quien lo vea. Yo es que siempre veo el vaso medio lleno, ya lo sabéis.

En fin, que voy a ello. Espero que el contenido de estos escritos nos dañen la sensibilidad de aquellos que los lean. Si así es, me sabe mal, pero es lo que hay. Yo los voy a escribir con mucho amor, un poquito cariño y algo de mala leche, que sino sería muy aburrido. Os quiero!!!!