negra la lágrima que desciende -recta-
dibujando un fino
arañazo en mi cara,
una marca que apenas se ve
pero que parte en dos este alma gastada
dos bloques de mármol dentro del
cuerpo de piel y de huesos
tristeza
línea vertical, profunda, viscosa,
que añade una imperceptible huella a esta
piel ajada,
afuera el denso color
adentro la ruina
claridad
grieta profunda
en la que penetra la luz
deslumbrando al dolor,
abrazando de nuevo a la vida